La montaña rusa de Mario Götze
El director deportivo del Borussia
Dortmund, Michael Zorc, hizo oficial esta última semana que no renovarían el
contrato de Mario Gótze, dejándole la puerta abierta para que se vaya cuando finalice
la temporada.
La carrera de Götze ha sido de altas y
bajas, títulos y lesiones, de la expectativa al olvido, del regreso a la
caída. Con solo 27 años, da para
escribir un libro sobre él. Los
capítulos podrían ser algo así:
Debut y Gloria 2010/2011
Mario debutó en 2009 y solo jugó cinco
partidos en el primer equipo. En 2010, con 18 años, se convirtió en titular
indiscutible para Jürgen Klopp. Tuvo 33 presencias en la Bundesliga, se perdió un
juego nada más. Fue el jugador con más asistencias en su equipo (11) y tuvo las
mismas que jugadores como Müller, Ribery y Arturo Vidal. Fue parte fundamental en
el esquema, sumó seis goles, y salieron campeones de liga por primera vez en nueve
años. Le otorgaron el Golden Boy (premio al mejor futbolista menor de 21 años)
y tuvo su primer llamado a la selección nacional. Un año de sueño.
Baja #1. 2012
En enero de 2012, se ausentó por una
osteítis de pubis, inflamación en un cartílago, que lo dejó disputar la mitad
de los encuentros en esa temporada. Pudo igualar su registro en anotaciones,
aunque no fue igual de determinante. Con menos participación, el Dortmund
consiguió un doblete histórico (copa y liga) y quedó en el corazón de todos, como
uno de esos equipos a los que es imposible odiar. La lesión lo alejó por 3
meses aproximadamente, pero nada para preocuparse aún.
Mejor año con final ausente. 2012/2013
Mario se mantuvo en su mejor nivel durante
todo el año, en Bundesliga superó su marca personal con 10 tantos y 12
asistencias, mientras que en Champions ayudó para llegar a la final contra el
Bayern Múnich. Repartió 8 asistencias en ese torneo, y fue decisivo en partidos
importantes, sin embargo, la mala suerte lo privó de presentarse en Wembley,
esta vez, el muslo. Perdieron ese día. También fueron segundos en liga.
Primero en irse y buen comienzo. 2013/2014
36 horas antes de la final de la más
importante de ese año, se anunció la ida de Götze al Bayern, un golpe duro para
la afición del Dortmund que luego sufriría la misma historia con Lewandowski y
Hummels. La admiración mutua entre Guardiola y el alemán era clara, Mario quería
jugar para Pep, y el español lo quería en su revolución futbolística con los
bávaros. En Múnich, tuvo buenos números, fue una pieza clave en el esquema del
técnico. 10 goles y 9 asistencias. Su rendimiento a lo largo de la campaña le
otorgó un puesto en la lista de 23 para el mundial.
Un gol mítico. Brasil 2014
Empezó los dos primeros partidos del
torneo, como “falso 9”. En el segundo encuentro, ante Ghana, convirtió un gol
que sirvió para el empate 2-2. Esta actuación sembró dudas en Alemania, se
debatían si un delantero natural era necesario de arranque. Así, Klose integró al 11 inicial y Mario fue el
sacrificado en el resto de la copa. Entró desde el banquillo, sin mucha
relevancia, en la fase K.O. Pasó
desapercibido todas las llaves hasta la final, cuando en el minuto 88 ingresó,
como sustituto del ya máximo goleador de los mundiales. Esas palabras míticas
de Low: “Ve y demuéstrales que eres mejor que Messi, tú puedes definir esto”. A
pocos momentos del pitazo que llevaría a los penales, recibió el pase de
Schürrle, controló con el pecho y anotó con una volea de zurda que sigue en la
memoria de cualquiera quien viera ese juego. Le dio la cuarta estrella a su
país con 23 años.
Foto de: Infobae |
Un año más. 2014/2015
Con ese gol trascendental, se esperaba que
terminara de catapultar su carrera y se convirtiera en uno de los mejores
jugadores del mundo. Tras muchos años siendo una promesa, ese tanto podía darle
la inyección de confianza para ser top. No ocurrió.
Para el volante, fue otro año en el que
ganó otra Bundesliga y registró 9 anotaciones, que no estuvieron mal, cuando
tuvo a Robert Lewandowski (fichado por el Bayern) delante de él en el ataque.
Con el delantero polaco, y con un sistema tan ofensivo como el de Guardiola,
asistió en solo 4 ocasiones. Lo cierto es que, el exbarcelona, quería que Götze
fuese su nuevo Messi en el Bayern. Fue una Bundesliga no más especial que las
anteriores.
Las lesiones en serio. 2015/2016
En noviembre de 2015, se lesionó en un
juego contra Irlanda, un desgarro de ligamentos en los aductores. El club
comunicó que podrían ser 12 semanas, pero estuvo cuatro meses fuera de las
canchas. Volvió en febrero, como suplente. No era necesario arriesgarlo,
tomando en cuenta la cantidad de variantes de ese plantel y la distancia que
llevaban con su escolta. Levantó su quinta Bundesliga, en la que tuvo 14 apariciones,
la menor cantidad desde que se había ganado un lugar en primera división. Fue
su último año en Múnich.
El regreso del niño prometido. 2016/2017
A los 24 años había debutado con su club formador, ganado 5 ligas, perdido una final de Champions, se había ido al
mejor equipo de Alemania, le dio una Copa del Mundo a su selección y volvió al
Dortmund.
El regreso a su equipo de origen
representaba un paso atrás en su trayectoria, no gozaba de protagonismo en el
Bayern y su vuelta a Borussia era el intento de mostrarse como en sus años
dorados. No volvió en su mejor nivel y se notó en el césped. A mitad de
temporada, se conocería una enfermedad que lo dejaría fuera por varios meses.
La enfermedad del Gordo. 2017
Su carrera se había tornado a gris en los
últimos años, la expectativa a su alrededor se desvanecía violentamente. En el
momento en que no se podía encontrar con la pelota, surgió algo mucho peor, un
diagnóstico. A primera instancia, le detectaron un problema con el metabolismo,
que le hacía subir de peso, esa era la versión que dieron los médicos. Más
adelante, se dio a conocer que realmente sufría de una miopatía muscular, la
cual atacaba los tejidos de los músculos y generaba lesiones con regularidad. Pasó
lo restante del campeonato y todo el verano en tratamiento.
De vuelta al terreno. 2017/2018
En mejor estado físico, pudo empezar una
nueva temporada. Arrancó como titular, e inició cada vez que pudo. Sin
acercarse al “Messi alemán”, que dio de qué hablar en sus primeras etapas,
desilusionó con sus pobres apariciones. Volvió a lesionarse en noviembre, pero
al no ser tan grave y juntarse con el descanso invernal, se ausentó en 4
cortejos. No regresó mejor y se vio en los resultados del equipo. Ese año
fueron cuartos, y se quedó fuera del podio liguero por primera vez en su
carrera. Su aporte estadístico, casi nulo.
Un resurgir nostálgico. 2018/2019
Götze formó, junto a Reus, una pareja en
la ofensiva que recordó a ese Dortmund de unos años atrás. Jugó más de 30
partidos en todas las competencias, dato que no lograba desde 2015. Firmó 7
goles e igual cantidad de asistencias, con brillantes destellos de un jugador
que prometía en Europa. Nadie pensó que sería el resurgir del jugador, pero
volvió a sonreír con la pelota. Podía significar un símbolo de la institución,
un referente, un futuro capitán. Todo se esfumó este año.
Adiós sin sentimiento. 2020
Desde el inicio, no estuvo en los planes
de Favre. Contrataciones como Hazard y Brandt, relegaron al “10” en un
prometedor proyecto del suizo. Ha visto acción en cinco partidos. Así no más, no lo renovarán. ¿Quién lo
fichará?, una incógnita, lo seguro es que no estará en la élite de Alemania.
Un jugador especial, que se mantendrá en
la historia por ese gol frente a Argentina. Un mito, lo que pudo haber sido.
Irregular durante toda su vida, con ese momento tan significativo para su
nación.
Y tú, que preferirías.
A)
Ser
un jugador inconstante, rodeado de buenos equipos con múltiples éxitos a nivel
local y convertirte en un héroe nacional de esa manera.
B)
Tener
un rendimiento notable durante muchos años en el primer nivel del continente,
títulos esporádicos siendo parte fundamental de ellos. Ídolo de la institución,
pero sin nada que pase a lo legendario.
Triste la historia de tan gran jugador, las lesiones han sido el principal factor que lo ha limitado. Y tan joven aún y ya pareciera tener la carrera acabada o en picada franca, ojalá en otro equipo pueda tener otro resurgir... por eso es que uno de los grandes desafíos no es solo llegar al estrellato sino mantenerse, y no solo por la conducta que en este caso ha sido un jugador sin controversias, sino por las lesiones que han sido algo que no ha dependido de él.
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