Fenómenos mediáticos

En la NBA, cada cierto tiempo se viven fenómenos mediáticos de jugadores que alcanzan un reconocimiento del público por una temporada sobresaliente, una racha de partidos, o por solo una serie en playoffs. Aquí traigo a tres bases que pasaron por este punto de fama, en distintos niveles e intervalos de tiempo, pero todos se ganaron el cariño de la afición del deporte.

Nate Robinson

Mejor conocido como “La Criptonita” luego de que le ganara el concurso de mates a “Superman” Dwight Howard, midiendo 1:75. Su estatura combinada con su capacidad de volcadas, eran su identidad. Nate nunca fue titular en un equipo, siempre tuvo un rol en el que venía desde la banca. Empezó su carrera en los Knicks, donde aportó puntos en la segunda escuadra. Pasó por varios equipos con poco protagonismo, hasta que llegaron los playoffs del 2013, cuando jugaba para los Bulls.

Derrick Rose, piloto estrella de Chicago, ya tenía un problema con las lesiones y no lo dejaron terminar aquella temporada.  Entonces le tocó a Robinson ponerse el equipo al hombro y estar a la altura de la ocasión. Fue en el cuarto juego contra los Nets, en la primera ronda, cuando como suplente anotó 23 puntos en el último cuarto para ayudar en la remontada y forzar el tiempo extra. Terminó con 34 ese juego, y estuvo a un punto del récord de anotación de MJ en un cuarto de playoffs de la franquicia.  Ganaron y a partir de ahí fue titular en el resto de campaña. En siete juegos pasaron de ronda y se vieron con el Heat de LeBron.

Una serie en la que los Bulls se llevaron el primer triunfo y Robinson volvió a ser clave con 27 puntos y nueve asistencias. Una pesadilla que le llegaba por debajo de los hombros al “Rey”. El #2 estaba en el foco de todos, maravillados por sus jugadas vistosas dentro de la cancha. Perdieron en cinco juegos, pero quedó una imagen para la historia, en la que Robinson le dio un tapón al mejor jugador de la liga.

Isaiah Thomas

Su padre le puso ese nombre en honor al exjugador de los Pistons, lo que combinó con su apellido. Thomas fue contratado por los Kings en la última posición del draft de 2011, y mejoró progresivamente en sus primeros años en Sacramento. Luego, fue adquirido por los Suns en 2014 y pasó a los Celtics en febrero de 2015. Brad Stevens le confió el puesto de titular en el año siguiente y no defraudó. Fue all-star y comandó a su equipo a la postemporada, pero fue en 2017 cuando se vivió la fiebre de Thomas.

Promedió 28 puntos y la gente lo pedía como MVP. También era un jugador bajo en la liga, y su habilidad de anotar por encima de los grandes en la pintura y su juego exterior, enamoró a la afición de la NBA. Hacía recordar a Allen Iverson.

Los Celtics se veían como favoritos para destronar a los Cavaliers en la conferencia, pero una tragedia afectó esa serie.

La hermana de Isaiah murió en un accidente al estrellar su coche. Es evidente que fue un momento duro para el base de Boston, y solo jugó dos encuentros de esa serie. Los Cavs ganaron en cinco juegos.

Volvió a ser traspasado, esta vez la dirigencia de los Celtics aprovechó el nivel que había tomado Thomas en la liga para hacerse con Kirie Irving, quien había expresado su deseo de irse de Cleveland.

Lesiones y múltiples cambios de equipos se llevaron la mejor etapa de su carrera. Brilló en la franquicia más ganadora de la historia.

Jeremy Lin

En 2012, un chico que no fue seleccionado en el draft, causó sensación por un lapso no mayor a dos meses.  Jeremy Lin, el primer jugador graduado en Harvard en llegar a la NBA, firmó con los Warriors y en un segundo año perteneció a los Knicks.

El equipo neoyorkino sufría de una mala racha y el entrenador, Mike D´Anthony, no parecía encontrarle la vuelta a la situación. En enero, Lin era la cuarta opción en su posición, hasta que gozó la oportunidad que le dio el técnico. Contra los Nets, anotó 25 puntos. Desde ese juego, se convirtió en el base titular por el resto de la temporada y tuvo actuaciones memorables, como los 38 puntos contra los Lakers de Kobe, partido en el que no jugaron Carmelo ni Amar‘e, los mejores del equipo. Nació “Linsanity”. Triples dobles, asistencias espectaculares, tiros en la chicharra, el jugador de ascendencia taiwanesa fue un boom mediático del deporte mundial. Ayudó en la clasificación de la postemporada. Desafortunadamente, una lesión en la rodilla lo alejó de la parte decisiva del campeonato y no pudo terminar su aventura en Nueva York.

El año siguiente, como agente libre, fichó por los Rockets en un intento de crear un Big Three junto a Howard y Harden. Fue titular y mantuvo números respetables, pero incomparables con su racha en los Knicks. Poco a poco perdió atención en la liga, se fue de un equipo a otro sin mayor relevancia. Cayó en Toronto y salió campeón el año pasado, sin una pizca de importancia en la obtención del título.